macarrons

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domingo, 15 de diciembre de 2013

Entrecôte: Mucho más que un corte premium

Era de esos sábados kaigue, en los que no podés hacer nada más que arrastrarte por tu casa, tratando de sobrevivir al calor del diciembre paraguayo, y de recuperarte de la fiesta de fin de año de la ofi del día anterior… 

Mi único plan era tirarme a ver una peli con el aire acondicionado a temperatura polar y abundante agua con hielo. Pero no pude resistirme cuando me llamó JM a proponer que salgamos a cenar. Sobre todo cuando me dijo: “capaz podemos ir a probar un lugar nuevo”. ¡En 20 minutos estaba lista para una nueva aventura!

El destino: Entrecôte. Este “Steakhouse” se abrió hace unos meses sobre Aviadores del Chaco, frente mismo al Sheraton. Yo no había tenido la oportunidad de ir a probarlo, pero todos los comentarios que había escuchado eran superlativos. 

Pisco sour
Caímos de prepo y sin reserva a eso de las 10:00pm. Como éramos 3, no hubo problemas y nos dieron una mesa en seguida.  El restaurante era antes una casa de antigüedades, y se mantuvo la estructura del lugar, con las puertas y ventanas de madera y hierro (y, por supuesto, decoración Navideña por todos lados). Lo único que se veía nuevo era la terraza al aire libre y la barra. Había música en vivo, con un guitarrista políglota cantando todo tipo de baladas en todos los idiomas. Por suerte, no era de esos shows invasivos que resultan ser molestosos.
Pan casero con aioli

En el menú se destacan los platos de carne: el paraíso para los carnívoros como yo. (mis disculpas a mis amigos veggies). También me llamó la atención la variedad de ensaladas, con originales combinaciones de ingredientes. 

Al sentarnos, nos trajeron pan casero con parmesano, palitos de queso y un dip de aioli. El pan estaba calentito, como recién salido del horno y junto con el aioli era una tentación irresistible.
Ensalada Normandi

Para empezar, pedimos unos pisco sour (¡opa!), un Carpaccio de Res (45.000Gs.) y una Salade Normandi (60.000Gs.). Como hacía mucho calor, teníamos antojo de algo fresco. ¡La decisión fue acertadísima! El carpaccio estaba condimentado con abundante zumo de limón, alcaparras, rúcula y queso sardo. La Salade Normandi era un verdadero juego de sabores: el tono mentolado de la rúcula hacía un interesante contraste con la dulzura de las rodajas de pera, la intensidad del queso camembert y el crocante de las nueces. 

Carpaccio de res
Las  entradas estuvieron TAN buenas, ¡que ya queríamos probar nuestros platos de fondo! “Para hacerle honor al nombre del restaurante”, como diría JM, yo pedí un Entrecôte (55.000Gs.) con la Ensalada Asunción (30.000Gs.). Tanto JM como Lop pidieron el Delmoniko Steak (ojo de bife—60.000Gs.), solo que JM decidió acompañarlo  con la Ensalada de la Casa (30.000Gs.) y Lop optó por las Berenjenas Parmentier (25.000Gs.).  
Entrecote

Apenas llegaron nuestros platos, nos envolvió el silencio, hasta que Lop lo interrumpió solamente para decir: "El silencio describe lo rico que está todo", e inmediatamente volver a atacar su plato.  Los cortes de carne estaban es-pec-ta-cu-la-ressssssss. Y valió la pena pedir el corte que lleva el mismo nombre que el restaurante, porque estaba más rico que el ojo de bife, con la carne bien tiernita y en el punto justo que más me gusta: medio crudongo en el medio… La presentación también cabe destacar. El chef se esmeró en decorar los platos  con puré de remolacha y zapallo y chips de papa. 
Ensalada Asuncion

Ensalada de la Casa
Las ensaladas estaban deliciosamente frescas. La Ensalada Asunción era una combinación de berro, lechuga morada, aceitunas, tomates secos, cebolla morada y hebras de queso gruyere. La Ensalada de la Casa tenía lechuga mantecosa, berro, rúcula, brotes de soja, cebolla morada, tomatitos cherry y huevos de codorniz. Probé un bocado de las Berengenas Parmentier de Lop y estaban muy buenas. Venían en salsa de tomate y gratinadas con queso parmesano.

Berenjenas Parmentier
Clasico Cheesecake
Pero no paramos ahí… Le habíamos dado una miradita a la carta de postres y todos sonaban sumamente tentadores. Y como siempre hay lugar para el postre…pedimos el Clásico Cheesecake (30.000Gs.) y el Volcán de Nutella (35.000Gs.). El cheesecake era de “los de verdad” como los llamo yo, hechos con queso crema y no con crema de leche y gelatina sin sabor (¡puaj! eso NO es cheescake), y venía acompañado con frutillas con amaretto.  El volcán estaba muy rico, pero no le sentí el sabor a la Nutella. Más bien parecía que era chocolate con canela. De todos modos, esto con el helado de crema y salsa de berries era un verdadero pecado…
Volcan de Nutella

Creo que no es necesario preguntarme si les recomiendo ir a Entrecôte. Entre sus deliciosos platos, su ambiente acogedor e increíble atención, puedo decir que en Asunción, hoy el nombre “entrecôte” describe a mucho más que un corte premium. Es un nuevo punto de referencia gastronómica en nuestra capital.





(Entrecôte: Aviadores del Chaco c/ Sta. Teresa. Tel 613-539. Horarios: 12:00-15:00hs y 19:00 a 1:00hs todos los días)

lunes, 18 de noviembre de 2013

Lemonaid: El secreto está en las salsas y los smoothies

Smoothie de mango y mburucuya
Hace unas semanas, el hambre empezó a atacar en uno de sus horarios favoritos—a eso de las 11:30AM, hora ideal para tácticas terroristas alimenticias. 

Habíamos quedado con una amiga en ir a almorzar a Lemonaid (Sargento Marecos esq. Nuestra Señora del Carmen). Ubicado al lado del Parque de la Salud, Lemonaid es un pequeño local de sándwiches, smoothies y ensaladas, y un favorito para deportistas hambrientos que prefieren no pecar tanto. 

El lugar tiene una decoración simple pero divertida en colores pop, con sillas cable, y carriletes de madera como mesas. Cuentan con un variado menú para los que optan por ordenar algo ya armado, pero también esta la opción de armar tu propio sándwich. Y por supuesto, todo lo que da rienda suelta a la creatividad, particularmente cuando de comida se trata, va conmigo.

Luego de charlar un rato, nos acercamos al mostrador y pedimos nuestras bebidas y sándwiches. Lemonaid tiene decenas de opciones de smoothies de frutas para pedir en las combinaciones que uno quiera. Yo elegí por un smoothie de mburucuyá y mango. Para comer, decidí crear mi propio sándwich: pan árabe, pollo, alcaparras, palmito, champignon y queso catupiry (¡¡¡¡KA-BOOOOOOM!!!!).

Sandwich de pollo
Mi smoothie estaba deliciosamente tropical y fresco, ideal para aquel mediodía caluroso. Es que los smoothies de Lemonaid parecen siempre calmar los más exigentes antojos. 

En cuanto a mi sándwich, mi obra maestra me llenó de orgullo y satisfacción.  Era cremoso, y algo mediterráneo a la vez (las alcaparras siempre dan un sabor mediterráneo a todo). Pero lo mejor de todo fueron las salsas. Los que ya han visitado Lemonaid ya saben de qué estoy hablando. En Lemonaid tienen unas mayonesas caseras saborizadas que son una verdadera DELICIA. Y mi estrategia siempre que voy ahí es probar una mayonesa distinta con cada bocado de sándwich. Esta vez, alterné entre una con curry y otra tipo tzatziki (para los que no la conocen, es una salsa típica de Grecia, hecha con yogurt natural, pepino, ajo, aceite de oliva, sal y jugo de limón). 

Feliz y satisfecha con mi rico almuerzo, me despedí de mi amiga y volví a la oficina. 


Lemonaid abre todos los días de 8:00 a 22:00hs. Dirección: Sargento Marecos esq. Nuestra Señora del Carmen. Tel: 0981710340

martes, 1 de octubre de 2013

El Mercadito: Ojo con las reservas

En las últimas dos semanas, es impresionante la cantidad de restaurantes nuevos que abrieron en Asunción. Cada vez que entro a las redes sociales, veo imágenes o comentarios de un lugar que se acaba de inaugurar, y barrios de la capital que se empiezan a consolidar como zonas gastrónomicas. Este es el caso del barrio Recoleta. Las calles escondidas detrás de República Argentina parecen ser el destino gastrónomico del momento. Un amigo argentino, Ze, llegó a compararlo con Las Cañitas de Buenos Aires, y creo que empiezo a ver la similitud: restaurantes “in” imponiéndose en un barrio tradicionalmente residencial de la capital. 

El viernes, tuve la suerte de visitar a uno de estos restaurantes “in”: El Mercadito (Cruz del Defensor & Alberto Souza, Tel: 621-355 o 0974-585148). Digo que tuve la suerte porque fue casi un milagro que hayamos conseguido una reserva. La condición fue que lleguemos puntualmente para las 20:30hs., y que nos retiremos con la misma puntualidad para las 22:00hs. 

Risotto de cordero
Tapi había hecho la reserva para 5 personas, y a última hora, se sumaron dos más al grupo. No pensábamos que iba a haber problemas en agregar una silla más a nuestra mesa (nuestra mesa era para 6 personas), pero cuando avisamos al llegar, el chico que estaba recibiendo a los clientes (creo que era el gerente) nos dio a entender que sí era un problema y que había hablado con Tapi acerca de las condiciones de la reserva. Creo que se dio cuenta que su reacción nos chocó un poco, y empezó a explicarnos que el lugar era nuevo, y que estaban muy justos con los lugares (cosa que entiendo, pero también hay que ser un poco flexibles cuando un cliente te pide algo razonable, especialmente si uno está empezando. No habíamos pedido una mesa extra, era nada más una silla…). Durante el resto de la noche, también pasó varias veces a preguntar cómo estábamos, creo que para compensar por no hacernos sentir tan bienvenidos al principio…

Churrasquito del carnicero
Pero vayamos a lo positivo. La arquitectura de El Mercadito es uno de los puntos fuertes del lugar. Parece una estancia argentina, y tiene un amplio patio con una fuente en el medio, un molino y un bar. La decoración es rústica y campestre. Hay una carreta estacionada en una esquina, cubos de paja por todos lados, y las mesas son de madera rústica, sin mantel, con sillas sin combinar rodeando a cada una de ellas. Los platos vienen en tablas de madera y metal. 

El menú tenía varias opciones con cordero, que según me contaron es la especialidad de los dueños. Todo sonaba muy tentador. Habían pastas, carnes, ensaladas y asado, pero la mesa se dividió prácticamente en dos platos: el Risotto con Cordero (50.000Gs.) y el Churrasquito del Carnicero (85.000Gs.). Yo fui parte del Equipo Risotto. 


Lo que me llamó la atención fue que el arroz vino separado del cordero. Había asumido que la carne iba a estar mezclada con el arroz. El risotto estaba bien cremoso, y se le sentía al vino y al azafrán. El cordero estaba muy sabroso. Había sido cocinado en su salsa con zanahoria glaseada y vino. Yo terminé mezclando a la carne con el arroz, y en mi opinión quedó más rico. 


Elegí a una víctima que había pedido el churrasquito para probarlo. Al preguntar al mozo cuál era el corte, nos explicó que era la arañita. La carne estaba bien tierna y venía acompañada de un delicioso chimichurri verde, papines, y cebollas caramelizadas.
Mousse de mburucuya

Mousse de lemon pie
Al terminar, volvió a pasar el gerente a ofrecernos una degustación de postres. Como recién inaugurarán oficialmente este mes, aún no tienen carta de postres, entonces nos explicó que por ahora ofrecen una barra de degustación de shots de mousse de mburucuyá, frutilla y lemon pie. Probé dos. La de mburucuyá no me gustó. Sentía mucho sabor a crema y no tanto como si el mburucuyá estuviera integrado en la mousse. La de lemon pie sí estaba buena, el balance perfecto entre acidez y dulzura. 

Recomiendo a El Mercadito por sus ricos platos y ambiente encantador. Pero eso sí, ojo con las reservas.¡Recuerden que son muy estrictos!




martes, 17 de septiembre de 2013

Domingo Aregueño

Los domingos son los días más tradicionales y conservadores de la semana. Algunos acostumbran ir a misa. Otros lo aprovechan para organizar un gran asado familiar. La mayoría prefiere no pensar mucho, e ir a comer siempre al mismo lugar. Pero hay veces que es necesaria una escapadita para salir de la rutina… Este fue el caso de un domingo que pasó. Íbamos a salir a almorzar en familia, y Papá estaba proponiendo sus lugares favoritos de siempre. Tachu y yo no estábamos muy convencidos (estábamos un poco aburridos con la selección usual), entonces Tachu sugirió ir a Areguá. 

Para los que no han ido a Areguá últimamente, ¡les cuento que anda más linda que nunca! Tiene una floreciente oferta cultural, artística y gastronómica, y casi todos los fines de semana hay actividades interesantes: encuentros de Volskwagens, peñas, obras de teatro, stand-ups, actividades de bioconstrucción, ferias gastronómicas y la infaltable Expo Frutilla. Todo esto, ¡a menos de 30km de Asunción!

Ya llegando al pueblo, empezamos a dar vueltas buscando un lugar donde almorzar. De repente, en una esquina vimos un lugar que se veía repleto, lo cual es molesto, pero es siempre una buena señal. Se llamaba Don Pablo, y cuando Tachu nos dijo que creía recordar que ya habia estado en ese restaurant, y que servía un rico buffet, decidimos quedarnos. 

Nos costó encontrar estacionamiento, porque por más de que cuenta con un terreno en frente que sirve como estacionamiento para los clientes, ¡de verdad les digo que el lugar estaba lleno! Encontrar mesa fue menos complicado, por suerte. Tachu nos consiguió una mesa adentro, cuya ventaja era que había aire acondicionado, pero la desventaja era que no había rampa para discapacitados, y tuvimos que alzar la silla de Mip para poder entrar. 

Se notaba que los mozos no daban abasto. Limpiaron más o menos nuestra mesa (se quedaron algunos rastros de los antiguos comensales), y con cara de desesperados, nos dijeron que les podíamos pedir las bebidas, pero que vayamos a servirnos el buffet. 

Buffet en Don Pablo - Mi plato
El buffet se veía desafiante. Había muchísima comida, y con esa pinta de deliciosa que solo la comida casera puede tener, ¡pero la gente la rodeaba tipo leones atacando a antílopes! Menos mal que esta Alma Glotona tiene “training”…

Agarré mi plato, y con suma eficiencia me serví arroz con pollo a la mostaza, repollo relleno, y una papa rellena estilo yankee que se veía supremamente tentadora. Tucha se había avivado, y ya nos había traído él nomás las bebidas, para no esperar a los mozos locos. 

Mi comida estaba riquísima. Fiel a su pinta, el sabor también era casero. El pollo a la mostaza estaba suave (y el arroz no estaba seco, cosa que siempre me desespera en los buffets), el repollo relleno estaba una delicia, pero la papa rellena fue la mejor elección, ¡lejos! Era una papa que había sido cocinada al horno, envuelta en papel aluminio, y la habían rellenado de queso crema, orégano y parmesano. ¡¡Bomba totalllll!! Rogo se quejó que su comida estaba fría, un peligro frecuente en los buffets, pero la mía estaba bien. El precio fue lo que más nos sorprendió: ¡134.000Gs. por 5 personas! 

Frutilla con chantilly
Ya saliendo de “Don Pablo” nos pusimos a debatir si es que uno podría someter a los restaurantes del interior a la misma crítica que los de Asunción. Yo creo que en cosas como la limpieza del local, la calidad y sabor de la comida y el servicio, uno debería ser igual de exigente en todos los lugares. Obviamente uno no espera los mismos lujos cuando se va a comer a un local en el mercado vs. un restaurant 5 estrellas, la experiencia es distinta, pero sí se pueden exigir puntos básicos que hagan que esta experiencia sea positiva. 

Delicias de la Expo Frutilla
¡No podíamos irnos de Areguá sin visitar la Expo Frutilla! ¡Carpas y carpas de frutillas, mermeladas, licores, tartas, postres, etc. etc. etc.! Y lo mejor es que los expositores te dejan probar sus delicias mientras que vas visitando las mesas. Una señora me dio de probar su mermelada y terminé comprándole 2 potes. También me llevé un vaso de frutilla con chantilly (¡¡hmmmm!!!), y un kg de frutillas frescas para disfrutarlas en casa. Rogo compró una botella de licor de frutilla que tenía sabor a chicha. 


Cuando ya nos habíamos quedado sin sencillo, decidimos que era hora de irnos de la Expo Frutilla. Y con el auto con olor a frutilla, nos pasamos la tarde recorriendo Areguá…

miércoles, 4 de septiembre de 2013

A Tavola: Una notte difficile?

Hace como dos semanas, saliendo de una reunión ya para la hora de la cena, escuché a algunos de los que habían estado presentes sugerir un lugar para ir a cenar: “A Tavola”. Inmediatamente salté a la oportunidad, no solo porque había estado tratando de disimular los rugidos de mi panza durante los últimos 45 minutos de la reunión, sino también porque no conocía el lugar, ¡y hace tiempo quería visitarlo!

“A Tavola” es una trattoria italiana que queda sobre Andrade, entre San Martín y Cap.Motta. Para los que utilizan lugares de comida como referencias en lugar de los nombres de la calle (jejeje ¡culpable!), queda al lado de Delicias Japonesas II, en la calle de 4D.

Al llegar al local, vimos que estaba cerrado… Pero como me quedé con las ganas, y no soy un alma glotona que se rinde fácilmente, rápidamente agendé otra visita al lugar con unos amigos, y pude al fin conocer “A Tavola” el viernes pasado.

Mis amigos ya me habían avisado que el lugar era simple, como una típica trattoria italiana. También me dijeron que era manejado por italianos, y que la pasta era casera y riquísima, o sea que fui con altas expectativas.

Pan con aceite de oliva & aceto
Me gustó ver que contaba con acceso para personas con discapacidad, cosa que lastimosamente muchos de los restaurantes en Asunción, sobre todos los pequeños, carecen. Todos los que atendían eran italianos, porque se daban órdenes entre ellos en este idioma, y al hablar con nosotros, se notaba un marcado acento.

Birra Moretti
Nuestra moza nos trajo una canasta de pan, aceite de oliva y aceto balsámico. Hice la mezcla que siempre hago en los restaurantes italianos—un chorrito de aceita de oliva, otro chorrito de aceto, sal y pimienta—para comer con el pan mientras que decidíamos que íbamos a pedir. El menú incluía todo tipo de pastas y salsas, pizzas, calzones, etc., pero todos vinimos con antojo a pasta.

Parmigiana di melanzane
Lop dijo “Ya que estamos, pidamos unas Moretti, ¿verdad?”. Aunque para mí, la pasta debe ser siempre disfrutada con un buen vino, como era el primer día de calorcito luego de una semana de frío polar, sonaba bien festejarlo con unas birras frías…

Ravioli quattro formaggi
Pedimos una entrada para compartir: Parmigiana di melanzane (45.000Gs.). Esto era una berenjena al horno con tomate y queso, con una textura casi cremosa, e ideal para comer con pan. 

Para platos de fondo, Chuk pidió Ravioli quattro formaggi con noci (Ravioles cuatro quesos con nueces, 60.000Gs.). Ella ya había estado antes en “A Tavola”, y había probado los Gnocchi golosi (50.000Gs.) que son ñoquis en salsa de mascarpone y panceta. Como nos recomendó este plato, JM quiso probarlo, pero nos dijeron que se habían acabado los ñoquis… 

Tot pidió Ravioli alla Boscaiola (Ravioles con salsa de crema de leche, jamón y champiñones, 50.000Gs.), Lop pidió Orecchiette con cima de rapa (Orecchiette con salsa de coliflor, 50.000Gs.) y JM terminó pidiendo lo mismo que yo: Fettucine alla bolognese (Fettucine a la boloñesa, 50.000Gs.)—recomendado por nuestra moza. Yo estaba feliz, ¡porque quería decir que iba a poder probar varios platos distintos!
Orecchiette con cima di rapa

El plato de Lop (los orecchiette), no me fascinó. Para empezar, en la descripción del plato decía que la salsa era de coliflor, pero a no ser que los hayan teñido de verde, la salsa en realidad era de brócoli. Y tampoco era “salsa” que digamos. Sabía más a fideo a la manteca, con brócoli hervido… 

Ravioli alla Boscaiola
Los ravioles de Chuk me gustaron, tanto el relleno como la salsa eran suaves, pero ella comentó que hubiera preferido sentir más al queso, ya que es fanática del roquefort. Los ravioles de Tot también estaban ricos, al igual que en el plato de Chuk la salsa era suave, pero se le sentía un poco más al champiñón. 

Fettucine alla bolognesa
El Fettucine alla bolognese estaba maso… La verdad, la salsa no me sorprendió. Es decir, no era mala, pero podría haberla hecho cualquiera apurado en su casa.

Al terminar de comer, decidimos probar algunos postres. Como no tenían los crepes de Nutella de los cuales nos había contado Chuk, Lop pidió un tiramisú (25.000Gs.), y JM y yo pedimos unas pastafrolas de ricotta y chocolate (17.000Gs.). El tiramisú de Lop estaba muy bueno, pero la pastafrola era un poco aburrida en comparación a su descripción. Era más bien una tarta de crema pastelera con brigadeiro. Tot pidió un café cortado, que le llegó un poco frío.


Tiramisu
Pastafrola de ricotta y chocolate
Quizás fui a “A Tavola” con expectativas muy altas, por todo lo que me habían comentado mis amigos. Quizás fui en “una notte difficile”, porque se veía que los mozos estaban un poco distraídos. Quizás debería darle otra oportunidad más adelante. Pero lo que sí creo es que el “estilo casero” no debe ser sinónimo de “inconsistente”. Uno puede mantener un ambiente más informal, pero el servicio y la calidad de la comida no puede variar. O sea que recomiendo a los dueños de “A Tavola” que se aseguren de brindar la misma experiencia a todos los comensales que los visitan.