macarrons

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martes, 17 de septiembre de 2013

Domingo Aregueño

Los domingos son los días más tradicionales y conservadores de la semana. Algunos acostumbran ir a misa. Otros lo aprovechan para organizar un gran asado familiar. La mayoría prefiere no pensar mucho, e ir a comer siempre al mismo lugar. Pero hay veces que es necesaria una escapadita para salir de la rutina… Este fue el caso de un domingo que pasó. Íbamos a salir a almorzar en familia, y Papá estaba proponiendo sus lugares favoritos de siempre. Tachu y yo no estábamos muy convencidos (estábamos un poco aburridos con la selección usual), entonces Tachu sugirió ir a Areguá. 

Para los que no han ido a Areguá últimamente, ¡les cuento que anda más linda que nunca! Tiene una floreciente oferta cultural, artística y gastronómica, y casi todos los fines de semana hay actividades interesantes: encuentros de Volskwagens, peñas, obras de teatro, stand-ups, actividades de bioconstrucción, ferias gastronómicas y la infaltable Expo Frutilla. Todo esto, ¡a menos de 30km de Asunción!

Ya llegando al pueblo, empezamos a dar vueltas buscando un lugar donde almorzar. De repente, en una esquina vimos un lugar que se veía repleto, lo cual es molesto, pero es siempre una buena señal. Se llamaba Don Pablo, y cuando Tachu nos dijo que creía recordar que ya habia estado en ese restaurant, y que servía un rico buffet, decidimos quedarnos. 

Nos costó encontrar estacionamiento, porque por más de que cuenta con un terreno en frente que sirve como estacionamiento para los clientes, ¡de verdad les digo que el lugar estaba lleno! Encontrar mesa fue menos complicado, por suerte. Tachu nos consiguió una mesa adentro, cuya ventaja era que había aire acondicionado, pero la desventaja era que no había rampa para discapacitados, y tuvimos que alzar la silla de Mip para poder entrar. 

Se notaba que los mozos no daban abasto. Limpiaron más o menos nuestra mesa (se quedaron algunos rastros de los antiguos comensales), y con cara de desesperados, nos dijeron que les podíamos pedir las bebidas, pero que vayamos a servirnos el buffet. 

Buffet en Don Pablo - Mi plato
El buffet se veía desafiante. Había muchísima comida, y con esa pinta de deliciosa que solo la comida casera puede tener, ¡pero la gente la rodeaba tipo leones atacando a antílopes! Menos mal que esta Alma Glotona tiene “training”…

Agarré mi plato, y con suma eficiencia me serví arroz con pollo a la mostaza, repollo relleno, y una papa rellena estilo yankee que se veía supremamente tentadora. Tucha se había avivado, y ya nos había traído él nomás las bebidas, para no esperar a los mozos locos. 

Mi comida estaba riquísima. Fiel a su pinta, el sabor también era casero. El pollo a la mostaza estaba suave (y el arroz no estaba seco, cosa que siempre me desespera en los buffets), el repollo relleno estaba una delicia, pero la papa rellena fue la mejor elección, ¡lejos! Era una papa que había sido cocinada al horno, envuelta en papel aluminio, y la habían rellenado de queso crema, orégano y parmesano. ¡¡Bomba totalllll!! Rogo se quejó que su comida estaba fría, un peligro frecuente en los buffets, pero la mía estaba bien. El precio fue lo que más nos sorprendió: ¡134.000Gs. por 5 personas! 

Frutilla con chantilly
Ya saliendo de “Don Pablo” nos pusimos a debatir si es que uno podría someter a los restaurantes del interior a la misma crítica que los de Asunción. Yo creo que en cosas como la limpieza del local, la calidad y sabor de la comida y el servicio, uno debería ser igual de exigente en todos los lugares. Obviamente uno no espera los mismos lujos cuando se va a comer a un local en el mercado vs. un restaurant 5 estrellas, la experiencia es distinta, pero sí se pueden exigir puntos básicos que hagan que esta experiencia sea positiva. 

Delicias de la Expo Frutilla
¡No podíamos irnos de Areguá sin visitar la Expo Frutilla! ¡Carpas y carpas de frutillas, mermeladas, licores, tartas, postres, etc. etc. etc.! Y lo mejor es que los expositores te dejan probar sus delicias mientras que vas visitando las mesas. Una señora me dio de probar su mermelada y terminé comprándole 2 potes. También me llevé un vaso de frutilla con chantilly (¡¡hmmmm!!!), y un kg de frutillas frescas para disfrutarlas en casa. Rogo compró una botella de licor de frutilla que tenía sabor a chicha. 


Cuando ya nos habíamos quedado sin sencillo, decidimos que era hora de irnos de la Expo Frutilla. Y con el auto con olor a frutilla, nos pasamos la tarde recorriendo Areguá…

miércoles, 4 de septiembre de 2013

A Tavola: Una notte difficile?

Hace como dos semanas, saliendo de una reunión ya para la hora de la cena, escuché a algunos de los que habían estado presentes sugerir un lugar para ir a cenar: “A Tavola”. Inmediatamente salté a la oportunidad, no solo porque había estado tratando de disimular los rugidos de mi panza durante los últimos 45 minutos de la reunión, sino también porque no conocía el lugar, ¡y hace tiempo quería visitarlo!

“A Tavola” es una trattoria italiana que queda sobre Andrade, entre San Martín y Cap.Motta. Para los que utilizan lugares de comida como referencias en lugar de los nombres de la calle (jejeje ¡culpable!), queda al lado de Delicias Japonesas II, en la calle de 4D.

Al llegar al local, vimos que estaba cerrado… Pero como me quedé con las ganas, y no soy un alma glotona que se rinde fácilmente, rápidamente agendé otra visita al lugar con unos amigos, y pude al fin conocer “A Tavola” el viernes pasado.

Mis amigos ya me habían avisado que el lugar era simple, como una típica trattoria italiana. También me dijeron que era manejado por italianos, y que la pasta era casera y riquísima, o sea que fui con altas expectativas.

Pan con aceite de oliva & aceto
Me gustó ver que contaba con acceso para personas con discapacidad, cosa que lastimosamente muchos de los restaurantes en Asunción, sobre todos los pequeños, carecen. Todos los que atendían eran italianos, porque se daban órdenes entre ellos en este idioma, y al hablar con nosotros, se notaba un marcado acento.

Birra Moretti
Nuestra moza nos trajo una canasta de pan, aceite de oliva y aceto balsámico. Hice la mezcla que siempre hago en los restaurantes italianos—un chorrito de aceita de oliva, otro chorrito de aceto, sal y pimienta—para comer con el pan mientras que decidíamos que íbamos a pedir. El menú incluía todo tipo de pastas y salsas, pizzas, calzones, etc., pero todos vinimos con antojo a pasta.

Parmigiana di melanzane
Lop dijo “Ya que estamos, pidamos unas Moretti, ¿verdad?”. Aunque para mí, la pasta debe ser siempre disfrutada con un buen vino, como era el primer día de calorcito luego de una semana de frío polar, sonaba bien festejarlo con unas birras frías…

Ravioli quattro formaggi
Pedimos una entrada para compartir: Parmigiana di melanzane (45.000Gs.). Esto era una berenjena al horno con tomate y queso, con una textura casi cremosa, e ideal para comer con pan. 

Para platos de fondo, Chuk pidió Ravioli quattro formaggi con noci (Ravioles cuatro quesos con nueces, 60.000Gs.). Ella ya había estado antes en “A Tavola”, y había probado los Gnocchi golosi (50.000Gs.) que son ñoquis en salsa de mascarpone y panceta. Como nos recomendó este plato, JM quiso probarlo, pero nos dijeron que se habían acabado los ñoquis… 

Tot pidió Ravioli alla Boscaiola (Ravioles con salsa de crema de leche, jamón y champiñones, 50.000Gs.), Lop pidió Orecchiette con cima de rapa (Orecchiette con salsa de coliflor, 50.000Gs.) y JM terminó pidiendo lo mismo que yo: Fettucine alla bolognese (Fettucine a la boloñesa, 50.000Gs.)—recomendado por nuestra moza. Yo estaba feliz, ¡porque quería decir que iba a poder probar varios platos distintos!
Orecchiette con cima di rapa

El plato de Lop (los orecchiette), no me fascinó. Para empezar, en la descripción del plato decía que la salsa era de coliflor, pero a no ser que los hayan teñido de verde, la salsa en realidad era de brócoli. Y tampoco era “salsa” que digamos. Sabía más a fideo a la manteca, con brócoli hervido… 

Ravioli alla Boscaiola
Los ravioles de Chuk me gustaron, tanto el relleno como la salsa eran suaves, pero ella comentó que hubiera preferido sentir más al queso, ya que es fanática del roquefort. Los ravioles de Tot también estaban ricos, al igual que en el plato de Chuk la salsa era suave, pero se le sentía un poco más al champiñón. 

Fettucine alla bolognesa
El Fettucine alla bolognese estaba maso… La verdad, la salsa no me sorprendió. Es decir, no era mala, pero podría haberla hecho cualquiera apurado en su casa.

Al terminar de comer, decidimos probar algunos postres. Como no tenían los crepes de Nutella de los cuales nos había contado Chuk, Lop pidió un tiramisú (25.000Gs.), y JM y yo pedimos unas pastafrolas de ricotta y chocolate (17.000Gs.). El tiramisú de Lop estaba muy bueno, pero la pastafrola era un poco aburrida en comparación a su descripción. Era más bien una tarta de crema pastelera con brigadeiro. Tot pidió un café cortado, que le llegó un poco frío.


Tiramisu
Pastafrola de ricotta y chocolate
Quizás fui a “A Tavola” con expectativas muy altas, por todo lo que me habían comentado mis amigos. Quizás fui en “una notte difficile”, porque se veía que los mozos estaban un poco distraídos. Quizás debería darle otra oportunidad más adelante. Pero lo que sí creo es que el “estilo casero” no debe ser sinónimo de “inconsistente”. Uno puede mantener un ambiente más informal, pero el servicio y la calidad de la comida no puede variar. O sea que recomiendo a los dueños de “A Tavola” que se aseguren de brindar la misma experiencia a todos los comensales que los visitan.