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martes, 1 de octubre de 2013

El Mercadito: Ojo con las reservas

En las últimas dos semanas, es impresionante la cantidad de restaurantes nuevos que abrieron en Asunción. Cada vez que entro a las redes sociales, veo imágenes o comentarios de un lugar que se acaba de inaugurar, y barrios de la capital que se empiezan a consolidar como zonas gastrónomicas. Este es el caso del barrio Recoleta. Las calles escondidas detrás de República Argentina parecen ser el destino gastrónomico del momento. Un amigo argentino, Ze, llegó a compararlo con Las Cañitas de Buenos Aires, y creo que empiezo a ver la similitud: restaurantes “in” imponiéndose en un barrio tradicionalmente residencial de la capital. 

El viernes, tuve la suerte de visitar a uno de estos restaurantes “in”: El Mercadito (Cruz del Defensor & Alberto Souza, Tel: 621-355 o 0974-585148). Digo que tuve la suerte porque fue casi un milagro que hayamos conseguido una reserva. La condición fue que lleguemos puntualmente para las 20:30hs., y que nos retiremos con la misma puntualidad para las 22:00hs. 

Risotto de cordero
Tapi había hecho la reserva para 5 personas, y a última hora, se sumaron dos más al grupo. No pensábamos que iba a haber problemas en agregar una silla más a nuestra mesa (nuestra mesa era para 6 personas), pero cuando avisamos al llegar, el chico que estaba recibiendo a los clientes (creo que era el gerente) nos dio a entender que sí era un problema y que había hablado con Tapi acerca de las condiciones de la reserva. Creo que se dio cuenta que su reacción nos chocó un poco, y empezó a explicarnos que el lugar era nuevo, y que estaban muy justos con los lugares (cosa que entiendo, pero también hay que ser un poco flexibles cuando un cliente te pide algo razonable, especialmente si uno está empezando. No habíamos pedido una mesa extra, era nada más una silla…). Durante el resto de la noche, también pasó varias veces a preguntar cómo estábamos, creo que para compensar por no hacernos sentir tan bienvenidos al principio…

Churrasquito del carnicero
Pero vayamos a lo positivo. La arquitectura de El Mercadito es uno de los puntos fuertes del lugar. Parece una estancia argentina, y tiene un amplio patio con una fuente en el medio, un molino y un bar. La decoración es rústica y campestre. Hay una carreta estacionada en una esquina, cubos de paja por todos lados, y las mesas son de madera rústica, sin mantel, con sillas sin combinar rodeando a cada una de ellas. Los platos vienen en tablas de madera y metal. 

El menú tenía varias opciones con cordero, que según me contaron es la especialidad de los dueños. Todo sonaba muy tentador. Habían pastas, carnes, ensaladas y asado, pero la mesa se dividió prácticamente en dos platos: el Risotto con Cordero (50.000Gs.) y el Churrasquito del Carnicero (85.000Gs.). Yo fui parte del Equipo Risotto. 


Lo que me llamó la atención fue que el arroz vino separado del cordero. Había asumido que la carne iba a estar mezclada con el arroz. El risotto estaba bien cremoso, y se le sentía al vino y al azafrán. El cordero estaba muy sabroso. Había sido cocinado en su salsa con zanahoria glaseada y vino. Yo terminé mezclando a la carne con el arroz, y en mi opinión quedó más rico. 


Elegí a una víctima que había pedido el churrasquito para probarlo. Al preguntar al mozo cuál era el corte, nos explicó que era la arañita. La carne estaba bien tierna y venía acompañada de un delicioso chimichurri verde, papines, y cebollas caramelizadas.
Mousse de mburucuya

Mousse de lemon pie
Al terminar, volvió a pasar el gerente a ofrecernos una degustación de postres. Como recién inaugurarán oficialmente este mes, aún no tienen carta de postres, entonces nos explicó que por ahora ofrecen una barra de degustación de shots de mousse de mburucuyá, frutilla y lemon pie. Probé dos. La de mburucuyá no me gustó. Sentía mucho sabor a crema y no tanto como si el mburucuyá estuviera integrado en la mousse. La de lemon pie sí estaba buena, el balance perfecto entre acidez y dulzura. 

Recomiendo a El Mercadito por sus ricos platos y ambiente encantador. Pero eso sí, ojo con las reservas.¡Recuerden que son muy estrictos!