Ya sé que han leído en varias de mis entradas que “ya hace
mucho tiempo que quería ir a (introducir nombre de restaurant)”, pero en serio,
creo que Tierra Colorada estaba número uno en mi lista desde que se abrió.
Además, cada vez que escuchaba los relatos de conocidos que iban, me ponía
verde de envidia. Pero una parte mía también lo estaba como posponiendo, como
cuando dejás la mejor parte de un plato para el final, porque sabés que va a
coronarlo…
La noche del viernes 27, por fin se me dio la oportunidad
de conocer el restaurant del renombrado chef Rodolfo Angenscheidt: Tierra
Colorada (Santísima Trinidad 784). Ito me pidió que haga una reserva para ir
con unos amigos suyos. Yo desde la mañana ya empecé a hambrearme para reservar
mi estómago.
El lugar es entre rústico y fino. Hay mucha madera (la
puerta tallada de la entrada es un capítulo aparte, quiero llevar a mi casa), y
se nota que ya desde la decoración querían hacer alusión a la fusión que llevan
los platos de Tierra Colorada: lo típico paraguayo y la distinción internacional.
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Payagua mascada de surubi |
Antes de que pidamos nada, nos trajeron una entradita de
la casa que consistía en unos buñuelitos y bastoncitos de surubí. Era un
bocadito nada más, pero ya sirvió como muestra de lo que se venía después.
No les voy a mentir. Tierra Colorada es carito. Las
entradas frías van desde los 34.000Gs a los 43.500Gs e incluyen platos como
carpaccio vacuno y de salmón y ceviche. Las entradas calientes van desde los
27.000Gs a los 35.000Gs e incluyen originales propuestas como croquetitas de
carne y arroz kesú, mandió chyryry con rabo de buey, payaguá mascada de
langostinos y milanesitas de queso Paraguay.
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Bastoncitos de surubi |
Como uno de mis platos típicos favoritos es la payaguá
mascada, pedí esto como entrada. Era una DELICIA. Es más, termine convidando a
toda la mesa porque estaba demasiado rico como para que se lo pierdan. Ito
pidió bastones de surubí con tomates confitados. Le robé un bocado y estaba riquísimo también. Aproveché mi falta de
timidez para robarle un bocado de ceviche a Reba, la esposa de uno de los
amigos de Ito, y estaba “uma delícia”. En realidad, todo estaba perfecto: la
presentación, la combinación de sabores, TODO.
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Risotto de surubi y parmesano |
Cuando llegó el momento de pedir el plato de fondo, ¡no
sabía que hacer! ¡Quería pedir todo! Dos de mis seguidoras (¡gracias Bettina y
Andrea!) me habían recomendado el cordero, y estaba entre pedir esto o un
risotto, pero el risotto de surubí con parmesano sonaba muuuuuy tentador…
Estaba tan rico como sonaba, y con el frío y el vinito, creo que lo disfrute
aun más. Tierra Colorada ofrece distintos tipos de risotto (de funghi, de
azafrán con langostinos, etc.). El más barato está a 57.000Gs y el de
langostinos, como es de esperarse, está a 102.000Gs. Reba pidió el de funghi y
pude probar un poco, y estaba una delicia también (dicho sea de paso, no creo
que la pobre Reba vuelva a sentarse al lado mío en otra cena).
Ito pidió Medallones de novillo en salsa ky’y y locote
amarillo, puré de batatas gratinado y ñoquis de mandioca y ricota (81.000Gs).
Sus medallones estaban en su punto, y la salsa picante le quedaba espectacular.
Los ñoquis y el puré eran el complemento perfecto. Este plato puedo describir
mejor porque le robé varios bocados a Ito mientras que él ponderaba su plato
(¡soy muy veloz!).
Todos estaban más que contentos con sus respectivos
platos, y las porciones eran bien generosas, tanto así, que no hubo lugar para
el postre. De todos modos, nos trajeron alguillo para probar, cortesía de la casa.
Eran unos shots de crema de chocolate blanco con arándanos, unos mini
profiteroles y mini biscochuelos de naranja glaseados, un lindo (y dulce) detalle.
Cuando llegó la cuenta, fuimos gratamente sorprendidos. Ito
y yo nos habíamos ido preparados como para dejar nuestros riñones como parte de
pago, pero la verdad, para ser uno de los mejores restaurantes de Asunción, no
fue nada del otro mundo. Teniendo en cuenta que todos pedimos entrada y plato
fuerte (y platos “caros”), y que se habían tomado 4 botellas de vino en total (éramos
4 parejas, no juzguen), terminamos pagando 350 mil por pareja. Tierra Colorada
no tiene nada que envidiarle a ninguno de los mejores restaurantes de Europa y
Estados Unidos, o sea que yo creo que es más que justo el precio. Es de verdad,
todo lo que decían que era: un restaurant de primer nivel. Mis felicitaciones
al Maestro Angenscheidt, Tierra Colorada se merece la corona.